En la pereza de un bostezo rozo con uno de mis brazos tu pecho desnudo, que aun no ha despertado de la noche de locura, donde no permitimos que las caricias se apacigüen y disfrutamos del tiempo entre embrollos de piernas y sonrisas llenas de sudor nacido del placer de amarnos, ya uno de tus ojos me miran como tratando de imaginar el porque estoy sentado a lado tuyo, no digo una palabra y alterno mi mirada entre tu cuerpo limpio de mentiras y lleno de sudores pasados, y la ventana que ya dibuja como una televisión el amanecer mas bello, ese que solo se siente cuando uno ha destruido tabús durante la noche, ahora poso mi mano sobre tu cabeza como tratando de evitar que ingreses en esta silenciosa reflexión, pero ya es tarde, ya tu voz rompe como relámpago esta oscuridad mental.
Me doy unos segundos para reaccionar y mientras me levanto solo digo “cuando entenderás mis ausencias”.
Oscar Diego
º º º a Aquarel.la é de Oriol, que entre um café e outro deixava cair nos meus olhos o tremor expressionista de suas mãos que já viveram e desviveram a vida sobre o tectonismo de placas que, para ele, sempre foram puro agenciamentos.
Numa dessas contingências parou em Santa Cruz, assim, quase de graça. Um andejo que, contrariando a corrente migratória dos andarilhos anônimos, possui sua nacionalidade catalàn tatuada à carvão na boca.
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